martes, 26 de mayo de 2009

La cigarra y la hormiga.


¡Qué feliz era la cigarra en verano! El sol brillaba, las flores desprendían su aroma embriagador y la cigarra cantaba y cantaba, mientras todos los demás trabajaban. El futuro no le preocupaba lo más mínimo: el cielo era tan azul sobre su cabeza y sus canciones tan alegres... Pero el verano no es eterno. Una triste mañana, la señora cigarra fue despertada por un frío intenso; las hojas de los árboles se habían puesto amarillas, una lluvia helada caía del cielo gris y la bruma le entumecía las patas. ¿Que va a ser de mí? Este invierno cruel durará mucho tiempo y moriré de hambre y frío, se decía. ¿Por que no pedirle ayuda a mi vecina la hormiga? Y luego pensó: ¿Acaso tuve tiempo durante el verano de almacenar provisiones y construirme un refugio? Claro que no, tenía que cantar. Pero mi canto no me alimentará, para eso tengo que trabajar. Y con el corazón latiéndole a toda velocidad, llamó a la puerta de la hormiga. ¿Qué quieres? preguntó ésta cuando vio a la cigarra ante su puerta. El Campo estaba cubierto por un espeso manto de nieve y la cigarra contemplaba con envidia el confortable hogar de su vecina; sacudiendo con dolor la nieve que helaba su pobre cuerpo, dijo lastimosamente: -Tengo hambre y estoy tiesa del frío. La hormiga respondió maliciosamente: -¿Qué me cuentas? ¿Qué hacías durante el verano cuando todos rebajabamos? ¿Por qué no buscastes alimentos y te construiste una casa? -Cantaba y cantaba todo el día, respondió la cigarra. -¿Y qué? interrogó la hormiga. -Pues ... nada, murmuró la cigarra. ¿Cantabas? Pues, ¿por que no bailas ahora? Y con esta dura respuesta, la hormiga cerró la puerta, negando a la desdichada cigarra su refugio de calor y bienestar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta hormiga que dura es. Yo me pregunto si gracias al canto de la cigarrra ella no realizó su trabajo con más alegria y por eso ahora goza de tanto bienestar.
La pobre cigarra que estuvo cantando para hacer la vida más alegre a los demás ahora es mal tratada.
A veces es divertido darle la vuelta a los cuentos tradiccionales. ¿Que piensas?
Besos
Pilar

Patricia dijo...

Si, es muy divertido darle la vuelta a los cuentos tradicionales.
Un abrazo.
Patri